22.12.07

Versus

Digamos que tengo más de un corazón, algunos más perforados que otros. Algunos menos Sangre, algunos algo más recios. Algunos que son aleaciones de un cuantohay de modos, detalles y letras. Otros fríos, intensos, apasionados. Uno que es impensable. Uno innombrable. Uno despiadado. Hay uno que todavía no encuentro, hay uno que ni siquiera busco. Los hay Negros, Amarillos y Violetas. Los hay olvidados e inolvidables. Hay uno que guardo en una cajita abierta exclusivo para mis manos torpes. Y uno de mis corazones prostituto también se expone para un manoseo perpetuo. Calculador y Cerrado. Arraigado y viajero. Cuerdo e Insano. Perenne e infante. Literato y Lingüísta. De todo y de todos.


Lo único difícil de todos los días, es ver las batallas campales entre mis corazones absolutamente obstinados a ser el ganador en la mañana y permanecer enraizado entre mis costillas vacías hasta el próximo encuentro.

De porqué Paz y Dios podrían ser la misma persona.

Tenemos más que algo en común. Somos invisibles, egolátras, ambos queremos la adoración universal (pero no lo decimos abiertamente), manipulamos a destajo y escribimos libros idiotas en momentos de mala inspiración. Lo más admirable es que mucha gente nos cree todo.


Por otro lado, Paz es mejor que Dios, porque ella cuando se enoja, no es cobarde y espera miles de años amenazando para traer un cataclismo cósmico, ella suelta su furia, enfrenta sus miedos y tiene sus pequeños armagedones todos los días.

20.12.07

De postre: Sandías.




Hoy la primera sandía que comí fue con mi madre. 2007 no fue un año redondo. Quizás sí sandidezco, rojo sangre y con muchas pepas. Deforme, inestable, nunca sostenible a no ser que lo rompieras en trozos y lo devoraras por pedazos. ¿Qué pedazos eran el corazón de la sandía? (es decir, los dulcecitos, los jugosos, los fresquitos): Aprendí a mirarme al espejo y sonreír de vez en cuando. No siempre, no todos los días... de vez en cuando. Me morí, estuve muerta un poco de tiempo y luego reviví con el espíritu de Napoleón, y ahora sé que puedo ponerme la mano bajo la chaqueta y gobernar el mundo si así lo quiero. Me di cuenta de la gran cantidad de cosas que salen de mis manos y mis labios. Y cosas buenas. Saborear eso fue un deleite y un orgullo que no tuvo ninguna pepa. Conocí gente grandiosa, gente inesperada, gente con la que no siento complicaciones al decir te quiero. A algunos de estos cortes ya los tenía en mi vida y los descubrí azucarados y con sabor a frío en días calurosos. Y, el corazón más corazón, lo más rojo y absoluto, lo que rodeas con la cuchara para comértelo al final, se descubre en una semana más, cuando las uñas y las manos que tanto he descubierto este año me ayudarán a sobrevivir el invierno más intenso de mi vida. El viaje que anhelo desde que tengo conciencia de ser conciente se concreta en un par de días. Me voy a Europa, sola y con las mismas posibilidades de sobrevivir o morir congelada a los pies de los rastros de un “Yesterday” en Liverpool. Y me encanta y vivo por ello y me deshago por ello.



¿Y qué pasó con las pepas? ¿Los pedazos desabridos? Todos esos despojos blanquecinos y harinosos, se botan, se escupen, así que no vale la pena mencionarlos aquí.

19.12.07

10 Sueños imposibles.

  1. Tener pene, verga, falo, etc. ( todos juntos o uno solo, da lo mismo)
  2. Solucionar con mi saliva cuando un disco se raya.
  3. Caminar y que las baldosas se enciendan, como en “Billie Jean”
  4. 40 es la perfección.
  5. Pelearme a combos con un humano (sea hombre o mujer) (no a tirones de pelo, eso ya lo hice) luego de habernos gritoneado lo suficiente mutuamente.
  6. Tener 15 orgasmos en una noche. (está en el límite de lo realizable si confiamos en la raza humana)
  7. Encontrar una lágrima dulce. (no en el sentido poético, en el sentido literal. Me gusta lo dulce y piensen lo mucho que ahorraríamos en sacarina)
  8. Ser reina de algo. (O de la fruta, o de mi barrio, o de las piernas más peludas, da igual)
  9. Encontrar en mi ropero mental todas las mañanas justo lo que quiero ponerme y que coincida con lo que puedo ponerme y que sumado a eso, me sienta bien con esa elección.
  10. Que nada nada nada te afecte más allá de 10 segundos luego de sucedido. (Esto implica, no pensarlo, no reflexionarlo, no solucionarlo, no volver a pensarlo para ver si la solución fue la correcta, no volver a repensarlo para darse cuenta que lo fue, no darlo vueltas de nuevo para desconvencerse de que fue acertado, no reflexionarlo para asumir que fue un error y por ultimo no pensarlo solo por el gusto de torturarse)

13.12.07

Declaración amorosa. Secuela

O si no es cosa de ver un montón de blogs que solo se dedican a exponer su poesía barata y mala, incomprensible, mamona y sin sentido. Como todos los que tengan algo parecido a los versos. Como todos los que se dediquen a las emocionalidades superflúas y absurdas. Como todos los que tengan música en sus entradas. Como todos los que tengan declaraciones amorosas.

Declaración amorosa.

Es posible escribir cuando no hay nada nada nada que decir.

19.11.07

Hoy tengo ganas de escribiendo saliéndonos de esta temática oscura y lemebeliana que nos circunda a mi y a la locura, dueñas de este blog. Definitivamente, el calor y la gordura hacen estragos entre mis piernas cansadas de abrirlas y cerrarlas en compases que no corresponden, en ritmos selváticos que ya no sé de dónde vienen, y por último ya he dejado de oir los sones pérfidos que acompañan mi apertura-cerradura. Por eso dejo de escribir de sexo. Dejo de escribir de lo rico que es amarrarte la espalda desnuda y sudorosa entre mis manos, en un placer que nadie, nadie, ni siquiera tú, si tú intrusa que lees has podido disfrutar. Ni hablar del peso de tu cuerpo acompasado entrando y saliendo, en un ritmo que ni siquiera bailando conseguimos. Demonios. Caí otra vez. Sigo hablando de tu boca en mi cuello, de tu lengua en mis pechos, de nuestro sudor conjunto. No más. No más. Pero...¿ y si hablo de tu lengua en posición tan característica cuando te inundo de placer los ojos? No mejor no. Mejor lo dejamos en secreto y hablo del calor ambiental, de los 34.5 grados que mojan las paciencias y embotan las cabezas, del calor asqueroso que me llena los pómulos de asco y de ansia a la vez pensando en que no tendría porqué vivirlo si me voy a Europa en 39 días. Primavera dónde estás? Y ojalá que eso no suene a pregunta retórica en busca del olor a amors en la época, porque tendría que ser un individuo bastante abierto de mente para aguantar todas las porquerías que voy a hacer en vacaciones.

Suerte a los que lean. Especialmente a los que tendrán que aguantarme a la vuelta.

11.11.07

Siseo a la identidad y al silencio.


Los reptiles nos recogemos

en el silencio helado de la tierra.

Casi violentamente planteo los alcances de la insconstrucción.

¿Hasta qué punto una persona no construida puede llegar a estructurar una vida? La respuesta es el silencio, ese en el que los reptiles suelen recogerse. La falta de concreción, que atrapa como peste a los protagonistas de cualquier problemática es un determinante en su devenir. Y sepulta cualquier posibilidad esperanzadora. Por una parte, el uno, que con el silencio se ha resguardecido por tantos años, fijado por su indecisión y su inseguridad, se transforma en un hombremujer que ya estaba muerto y que no cuenta con su deceso. Y el dos, en un intento extenuante por seguir viviendo, se dedica a una inconclusa y eterna reconstrucción.

Si me sintiera optimista, añadiría algún mensaje que refutara ambas opciones, y apelaría a la posibilidad romántica de las nuevas oportunidades; pero guardaré silencio y mantendré la idea de que nada queda por hacer cuando los seres humanos están cansados ya del sol.

Verdad: Partículas de inconsciente.

Y su verdad, que hasta ahora parecía tan absoluta,tan sólida, se le desencaja[…], sumándose irreversiblemente al resto de las verdades relativas y confusas.

Dentro del inconsciente las represiones, dentro de las represiones el olvido, dentro del olvido, los secretos, dentro de los secretos el silencio. El silencio, que crece como un elefante escondido en las pulsiones. O se revela en el inconsciente de la muerte, en el deseo de la trascendencia, en el no decir lo que es evidente.

No decir de Andrea Maturana, presenta una desnudez de la psiquis colectiva, imprime la concreta sensación de que todas las personas tienen un algo no dicho, muestra una sociedad metaforizada en un nicho de secretos, corrupto y podrido. A la vez, evidencia un universo formado de verdades, donde la propia construcción de una realidad, ficticia en lo absoluto, es lo que define a cada individuo. La verdad como un simple escape del inconsciente, como una filtración dentro de lo que está reprimido en una sociedad de lo no dicho.

A pesar de la calidad cuestionable de la mayoría de los cuentos, la indómita pluma expuesta en “Las dos vidas de Perrito” y “Lo mismo de siempre”, provoca un choque fuerte entre lo posible y lo lograble literariamente. Ausencia de contraposición, solo está la potencialidad del suceso y la idea, algo ilusa, acerca de los secretos más sepultados, y el minuto en que se revelan brutalmente, incluso después de la muerte.

Quizás esa es la única falencia del tópico de los secretos en la literatura: o se revelan o se mantienen guardados; Maturana los sesga y vomita a la luz de la verdad, y en ello cae en la utopía, por que la capa grasosa y pétrea que rodea al inconsciente es más verídica, y menos fácil de menoscabar que las voces alzadas. Quizás tomar conocimiento de ello es más chocante que las verdades que cualquiera pudiese creer enunciar.

9.11.07

De Destrozos y Canciones.

Es como cuando cantan una canción y debes seguir la melodía. Un par de veces con errores y después hasta la cantas con sones propios. Improvisas, te sales de regla y te gusta.

Te adaptas a esa nada que te sobrecoge.

Lo triste de todo son las ganas de arrancarte el Sector Muerto dentro tuyo y botarlo. Porque el dolor es tan concreto. Como si se iluminaran los ardores. (igual que en Drácula de Coppola, cuando él fornica como lobo y Winona Ryder trasluce su tejido sanguíneo desde el pecho palpitante). Un solo arranque. De cuajo. Un sonido viscoso y quizás nada más. El dolor desaparece. Ninguna petición más .

Ojos cerrados.
Completamente cerrados.
Apretados hasta que te revienten las sienes.

Quiero mo-rir-me. Es gracioso que suene más como lo siento con los guiones entremedio. Casi como la forma de los distintos estados. La gradualidad de los pasos.

Inspiro, levanto, corto.
Inspiro, avanzo, caigo.
Inspiro, tomo, jalo.

Listo. Nada más simple. Ojalá tuviera la fuerza para destruirme. Salvación por el caos me retumba en la cabeza desde Palahniuk. Ese libro, también viscoso de letras muertas. A través del caos, de lo peor de la salvación. Yo no quiero un héroe. Quiero el retumbe definitivo en mi cabeza. Quizás la explosión, finalmente, de ese aneurisma que crío como una araña empolla sus huevos.

La desesperación me completa. La angustia llega a ser constructiva del estado de ánimo permanente. Me molesta que no se acabe. Ojalá supiera cómo acabarla. Ojalá supiera cómo no escribir letras mamonas, como las que odio en tantas otras manos absurdas. Cómo tomarme el pelo en un moño tirante y olvidarlo todo. Eso sobre todo. Olvidarlo todo.

Ya no tengo fuerzas ni siquiera para levantar los ojos. Para encararme con el hambre característica a la vida y arrebatarle mi cuerpo al tedio. Nada. Puros temblores y dolores que siguen punzando. Mortales.

Tengo ganas de que me roben el alma en un grito. En un espasmo. En un mía.

Tengo ganas de terminar de escribir estas ficciones que la gente ingenua cree para empezar a destrozarlos con mis canciones. Con esa canción. Con la que cantas después de seguir la melodía. Esa, un par de veces con errores y que después hasta la cantas con sones propios. Improvisas, te sales de regla y te gusta. Te gusta, de verdad te gusta.

17.10.07

Hola buenos días Abismo. (Y falosofía.)
¿Quieres con mi cuerpo ectoplasmático?
Soy yo y la sensualidad hipertatuada en los rincones de mis declives.

Escribiría más pero se me acabaron los dedos.
Y otras cosas.

26.8.07

Absolut.



Una vez más.
Veo el cadencioso ritmo de tus caderas agitarse certero frente a mis piernas.
Ce n`est pas l`habit.
Laborum: Reúno determinadas piezas de esa saliva incestuosa
para agitar mis adentros
en el tic tac confuso de los gemidos sintomáticos.

Absolut.
Un riso negro cayendo gordo por tus caderas huesudas de puta cumbianchera.
Niega la sonrisa contrita y la perfección del tacto.
Niega la sutileza brutal de las destrezas húmedas de la lengua.

¿Hagámos el mal en una cama de plata?
En un inventro de fuego furioso. En la creatividad robada de un poema rutinario.
Y Poesía Poesía Poesía.
Instíntame las ganas de llegar a arrebatarme los sueños negros que se agolpan en tus sienes quebradas.

La voluptuosidad única y suprema de la [pasión]

reside en la certeza de hacer el mal.
(Baudelaire)


Parole parole parole.
Parole parole parole....

Concentra tus gritos en el glitter que me quedó entre los dedos cuando te robé la boca.

24.8.07

Con veinte entradas hay un globo chicle grande de Poesía frustrada.
Perdí el miedo a nombrar el miedo.
Perdí el miedo a nombrar el mied.....





Y quiero que arranques tus voluntades hacia mis esperanzas.
Las únicas de las que tengo certeza, por ahora. Estaremos juntas mucho tiempo
y los brazos son lo suficientemente largos y gordos como para abrazarte por siempre.

Somos muchas y todas para tí.
Muchas distintas, las que te amarramos en abrazos a la vida.
Y muchas Paz también.

Te quiero harto Nana.

14.8.07

Carnaval.

Puedo hacerlo una y otra vez. Le conté que me comí sus entrañas en un lamido ficticio.
Y mi tema se repite una y otra vez. Logré sacarlo de mis profundidades para enrostrarselo en una sonrisa de lástima y perderme otra vez en tus intentos por atravesarme en palabras negras, estacas de carne y gemidos blancuzcos. Puedo no ser nada tantas veces y derrumbar tanto al mismo tiempo. Tanta basura entremedio de la carne.

Tantos sin sentido sentidos hasta el fondo.

¿Porque no solo reconocer la miserabilidad humana y lamer sus locuras con las mismas ganas con que nos embardunamos el resto del cuerpo? Tú y las locuras animales. Tú y tus cocodrilos sagrados, tus cráneos hediondos a cloro perdido. Tú y tus pulpos enroscándose entre las piernas.
Tú y los calores corporales que no existían callados por la nausea.

Y las cuencas me siguen mirando con ganas de que las rellene de carne y las mordidas no sean solo de aire. Me besaste y no niegues nunca el deseo que puede huir de ti sin mirar el rostro delante de tus piezas. Yo no te busqué la boca y el cuerpo. Yo sí invoqué el asco y los retazos salados de tu alma rota. Repartamos las culpas. Ahora, yo me acuesto entre tus trozos de vidrio-sangre-negra-muerta y tú puedes quedarte con el sabor de mi piel entre los dedos del cuerpo.

Carneia, un oráculo, tres pinceles, dos órdenes y una pelvis sola: la de Travolta.
Shake- shack!

9.8.07

Misiva vidente.

Llegué y te escribo. Con un cariño extraño, extremo, friolento.
Porque me gustaron las risas conjuntas.
Y lamenté el tiempo perdido en pensar en algo que no fuera liviano y maddonesco y risueño.

Y un te quiero harto en esa sintonía de ojos se me escapa sin meditación de por medio.
Un te quiero parte del todo que conforma mi vida para seguir riendo del absurdo del mundo.
Por que me faltaba esa mirada distinta que profetizaste un día. Porque hay que acompañar a nuestra amiga loca hacia mirarse distinto y seguir riendonos de la nada. Porque creo que eres una persona íncreible y quizás buscamos cosas similares en la vida.

Soy tan yo como tanta perfidia.
Somos perfidia y eso es tan auténtico, tan certero, tan divertido.

El brillo en los ojos te lo pagaré algún día.
Por ahora es una deuda en carne.
Y sí, puedes, pararme en una esquina y hacerte el resto sin problema.

Querido!!!! soy intensa y haz de saberlo y no sorprenderte...
Mis manifiestos son de sangre y van a ser más continuos que las olas que casi te ahogan.
Ojalá no te molestes que diga, que eres mucho, mucho, increiblemente demasiado, lo que necesitaba. Gracias por eso.
Pero esa es una historia que te gritaré un muy pronto largo día.

Hoy no tengo poesía para ti.
Mañana, la construimos juntos.

Un abrazo,
con las vacas cubanas,
los lobos marinos y los diarios de patrizzzzia muy muy presentes....



P.

5.8.07

Misiva ciega.

----

No quiero saber nada del asco.
Ni de dios ni del diablo.
Especialmente de dios. Que se cae a pedazos en trozos patéticos
sin mi interés alguno por los crash de su reventar contra el piso.

Te sigo comiendo las bocas ácidas.

Los dientes blancos que solo
han sabido morder mis trozos sanos para arrancarlos con placer masoca de mis restos necrófilos. Siguen ahí con ganas de reventarlas contra mis manos para borrarles mi precioso paso por ellas.

Muer(d)ete y muere.
Llévate tus ansias petrificadas en egoísmos latentes

y pesares por mi voz ronca segura que te escupe eso que los colores te ocultaron.
Nadie te robará la muerte para quedársela y que sigas moviendo tus hilos, titiritero.

Nadie más.

Y lo sabes.
Sabes que mis sueños que un día no dopados soñaste son los que buscarás por siempre y no encontrarás. No encontrarás nunca lo que buscas precisamente porque lo perdiste. Trabajaste con persistencia de obra maestra para perderlo todo. Mataste con ansias mansonicas lo que se construyó con olor a tiempo, sangre, semen y sal. Especialmente sal.

Ya no basta con las palabras que siempre fueron suficientes. Los rasgamientos al intentar correr como loba furiosa a atrapar los frisbies de tus ganas se hicieron masivos y me desangro. Muestro los dientes y aúllo con dignidad en la certeza de querer dormirme en los ojos de la luna. Nos escuchó el silencio. Y eso reventó las burbujas de oxígeno pegajoso que nos mantenían en la misma manada. Gritamos y no queda nada. Lloramos y no queda nada. Nos rompemos y no queda nada.

Ojalá me hagas llegar tus ganas de alguna ectoplasmática manera. Que valga la pena. Que se recuerden los ácidos con salsa de berries, las cosas por las que desenvainamos, las sangres en las venas derramadas y las tristuras que no están enterradas en mierda. Ojalá me los hagas llegar porque no alcancé a retenerlos y por más que me agazapé no pude alcanzar las razones cuando huyeron despavoridas de los monstruos tentaculosos de la decepción y el cansancio. Yo hice lo que nunca debí. Lo que tatuamos no hacer. Olvidé. Me rasgué el estómago y como piedras arranqué todo lo que dolía, lo que pesaba, pero olvidé dejar un residuo, olvidé permanecer, mantener separadas las telarañas entre lo malo y lo bueno, y buscando el alivio lo saqué todo, absolutamente todo. Y ví, en ello, tus manos huesudas ayudándome a sacar de cuajo cualquier retazo que quedara; como el partero indolente frente a mis gritos, del retoño de nuestras memorias.

Me muer(d)o. Y el ciclo continúa. La loba vuelve a la tierra del descanso de su luna quebrada para ser parte del todo. Práctica y feliz. Esperará a que un día, un mal cachorro quiera saberla en su vientre, reparadora, y absorba en un lamido sus cenizas triunfantes en la espera de sangre joven para volver a la vida.


Yo ya no escribo cartas. No observo más que mis patas atrofiadas y no puedo llegar de otra forma. Ya no grito. Ya no hago más que esforzarme en respirar mis últimos estertores. Ya no hago nada. Ya no depende de mí. Y te lo escribí en la cara con una seguridad que hoy me sorprende. Hoy me lo repito a mi misma con certezas que sorprenden. Pero no puedo más nada. Aunque quisiera, eso es todo.

Ojalá una sonrisa al final de la sombra.



con disposición.

18.7.07


Y pensar que te rompí Egon. De un lamido penetrante hacia tus miradas coquetas de cretino afeminado. No me aguanté frente a tus omóplatos salientes y tus brazos kilométricos. Pensar que muero de frío contigo, a pesar de que eres caliente por dentro hervido en caldos burbujeantes que te salen por los ojos. No me aguanté y te hundí mi lengua de plata entre las aristas.

¿Que si me siento culpable? Oh, no querido. La culpa dejó de ser mi amiga cuando tú comenzaste a ser mi amante. Si esas curvas rosadas calcitrantes, con olor a moho perdido, a diluvio eterno no lograron hacerme entrar en razón nunca, menos lo hará tu presea de moral ilusa anti caníbal.

Te comí la boca cariño. Te la arranqué para que jamás pronuncies en la vida y especialmente en la muerte, con la muerte, esas tristuras saladas con las que rompiste mis hímenes. Así, frente a tus tres caras favoritas, trituré tus labios con el mismo placer con el que trituraste los míos. Ambos.

No. No te dejaré libre Egon. No mientras sepa que dibujas tus poemas en mi vientre con tal preteza como yo te deletreo entre las hebras de mi pelo. Como yo te trazo entre las fibras sintéticas de mis sueños.

Porque sí querido, si te sigo soñando, la muerte no te podrá arrancar a sus brazos adúlteros llenos de llagas por mis resistencias a sus robos de amantes. Si te sigo soñando, podremos entrelazar nuestras piezas en las nieblas brumosas, por lo menos, hasta que bajes tus brazos y te canses de pintarme las piernas como reflejo de tus entrañas.





...




-¿Satisfecho? Te excitan cosas raras Egon, podría haberte gritado un par de cochinadas como a todos los demás...

¿Qué porqué todos mis amantes están muertos?

-Esa historia cariño, tiene un precio mucho más alto.















Y el viento, Querido?

Dónde lo dejaste?

14.7.07

...







No pido más que miento.
Ni siquiera sé si las fiestas me pertenecen. Si los recuerdos bailan tangos olvidados en parqués muy encerados y resbalan... Tengo ganas sí, de romperme las bocas y arrancarme los pelos histéricamente, sin disimulo alguno intentando leer tus ojos biónicos de pus esperando alguna respuesta ya deletreada. Me aburro, ¿por qué no decirlo? De escribir en un teclado de letras borradas palabras que nunca saldrán más allá de mis úteros.
Podría echarle la culpa. A mis entrañas, trompas de falopio y demases por no callarse los gritos de guerra que día a día se me escapan por los labios todos, por las mierdas tristes que pujan por salirme de las venas. Pero estoy cansada. Y si mis ojos no cuentan las mismas historias de antaño, es porque las legañas de las lágrimas anteriores aún no me permiten abrirlos. (Pestañeo, algo, para después volver a cerrar los ojos con fuerza, no queriendo oler los pecados con mis pupilas vacias).
Muchas veces me imagino con los ojos blancos de deshielos.
Vacíos.
Mirando a la nada en teatros absurdos de cordura y silencios perpetuos. Por más que me muera una y otra vez no logro salvarme. Caigo enredada en ese mar truculento y baboso, más turbio a obsidiana, preciso en percances. Esas abominaciones estomacales que empañan mis momentos más lúcidos, en los que olvido todo y mi cuerpo se transforma en una zona zero estrellada y voluminosa.
No pido más que miento.
No busco más que grito.













5.7.07

Una reflexión de fin de siglo.

No hay poesía sin cordura.

No hay letras sin ansia.

Y el ansia y la cordura se acurrucan en los brazos de su madre de seno marchito que no pudo darles de comer. Locura que no alimentaste a tus retoños con mandrágoras y venenos suficientes como para que no terminaran cantando un reggeaton perdido. No hay, en la Locura, espasmos que no produzcan dolor dolor el primer sentimiento del mundo no hay en la Locura pujes que no resulten en partos de criaturas monstruosas llorando. Sólo así entre lambadas y oh mamá ella me ha besado, los gritos que se escuchen no huelen a nada, no son visibles para ningun oído, ni palpables para ninguna boca.
Que la muerte que nos acompaña en el camino negro de los ángeles me proteja. Una brisa, un escalofrío, un chery chery lady y el hechizo está cumplido. Y usted no se olvide de adquirir su manual 2006. Dawn se escucha en las comisuras de las paredes. Paredes con ojos y falos pintados.
Para qué hablar del peso en los párpados de seis meses completos que te desgarraron con la uñahoz igual que a Mahoma dejandote abierta y expuesta a los escupos de siglos venideros.
Un semestre de lentes rayban y pelos vistosos, cachondo y ordinario que se hace a un lado no sin esfuerzo para dejarle su puesto a un idiota engominado con cara de responsabilidad. Y no es quiera ser maestra ni objeto de la letra de un wisin y yandel pero de que sobreviví sobreviví, dawn y todo, aqui estoy, más completa que nunca gritándote a ti Locura, que detesto que me dejes botada en ocasiones para ir a jugar con tus pezones en intentos descarados por revivir su sensibilidad. Definitivamente, si vuelvo y nuestros payasos siguen riendo juntos, es porque no tengo orgullo contigo y me encantan tus gritos sin sentido. No vuelvo más que a esperar que me caigan tus salivazos en la cara.

Feliz comienzo.

Lenguas a tus desarraigos.



3.7.07

Payaso.

Sin cabeza. Con la cordura rondando
y las risas gritando.















(Un trazado tarjado)

27.6.07

Cortina.




El teatro de la
muerte color
ida.
Disfrutando de calores prohibidos.

Trastocando las ramas del mundo bailando.
Rompiendo.




Follando.






Llorando.







Y canta el teatro de la muerte ensombrecida.
Canta el rosado fosfóreo de sus tristuras calientes.

Canta y desvela.

Muere el teatro de la muerte bronceada.





Un adios aplaudiendo.



Fin.

2.5.07

Locuras Prostibulares

Es como el Mar Rojo.
Se abre con prestancia ante las varas de los hombres.
Sus manos solitarias en busca del calor acuoso que las entrañas otorga.
Se acordaba sin vergüenza de las lenguas bífidas de ansia. Lenguas jugosas, porosas, metálicas. Las lenguas que recorrían las penurias de su carne abierta...

Tengo la libertad de la lengua rondándome en cada animalidad resuelta, la misma bestialidad con la que llevo los cigarros pestilentes a mi boca-vulva para que se apoderen de las ansias perdidas en sustancias que no tienen memoria. La libertad de la lengua que gira a revoluciones intensas por minuto al saberse pronta la inmundicia por el desuso.

¿Te duelen en las entrañas los trozos de tentáculo que quedaron dentro? Gritaba la mujer pulpo hacia adentro de cada caverna oscura que su cuerpo conocía en besos negros de acidez entregada.
Monstruosas criaturas son diseccionadas por su vista de cebra errante, herida por el lomo, en el que tantos han montado solo al oler la lycra ajustada, transpirada, que exhuda sexo. No le contó a ninguno, que soñó un día con ser parte de una banda criminal, unidos hasta cuando la salida no existiera más que en un disparo con funciones penetrantes, que para ella no eran nada nuevo. Y vio el soplido ansioso, que difuminaba el fuego de la casa en llamas, que rompía los líquidos efervescentes del cuerpo putrefacto en el fondo de su cama.

Y morir resignados, lamiéndose como perros, en una mamada eterna.

Poco a poco se fue transformando en bestia. Pero una bestia abierta, como el Mar Rojo. El dolor de su herida purulenta la mutaba en monstruosidad aberrante. Ningún hombre, cerdo o toro me deseó de nuevo. Se quedó con el recuerdo inspirador de los múltiples gemidos y las diferencias insignificantes entre una boca y un falo. Como olvidó cerrarse, no le perdonó dios la insurrección de su alma, y comenzó a sentirlo solo en el cúmulo del clítoris aliviado de sus telarañas por alguna saliva insípida. Se convirtió en carne, solo carne difuminada a un lado de la vida, callándose las intenciones y esperando la indiferencia del mundo.

Ya no me pesa matar mariposas con la voz.

El eco no muerde.
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde
muerde


Pero desangra.

La ciudad del pecado muere con la castidad de la carne.

(Q u i e r o u n a p i s t o l a c o n s i l e n c i a d o r . . .)


A veces solo queda la duda si la boca está abierta o cerrada. Especialmente, cuando no se sienten los labios luego de haber succionado hasta las ansias.
Ni la hediondez de las monedas sangrientas que robé de tu cuerpo marchito me alivian el peso de mis balas cargadas.

Tú, mi pobre Ramera escondida.

Si supieras que espero a que te duermas para saltarte encima y lamerte las entrañas dulcificadas, a leche,
imperturbables.


(Q u i e r o u n a p i s t o l a c o n s i l e n c i a d o r . . .)


Sin noción alguna del triste ritual de desabrocharme los botones del traje y de desnudarme sin perdones ante tu cuerpo inmaculado de puta inocente. El cierre del Armani baja sin dificultad la mayoría de las veces, quizás con uno que otro inconveniente innombrable cuando los apetitos hacen temblar mis manos.


(Q u i e r o u n a p i s t o l a c o n s i l e n c i a d o r . . .)


Pobre, pobre mi princesa abierta como el Mar Rojo. No tienes idea de que seré el único que cruzará tus aguas.


(E l m a n g o n e g r o s e a j u s t a p e r f e c t o a l a m a n o e n g u a n t a d a e n l a o s c u r i d a d d e m i c o n c i e n c i a . . .)

Ramera.
-Ahora ponemos una luz roja, pero en la Edad Media los prostíbulos se anunciaban colocando un ramo de coloridas flores en la entrada del local.
Rameras.
Tipos como formas en las olas.
Modos, manos, dedos.
Sudorosos pliegues sin-vergüenzas...

Siento tu olor perdurable.
ese de las piernas humedas
cuando se rozan por mis mejillas.

No está permitido.
Ni siquiera por esos dos fajos que se reflejan en mis lubricaciones.

Somos tantas.
Soy tantas.

En secreto escribí mis carnes más blandas.

Cuello

Espalda

Muslos

LabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabios
LabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabios
LabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabios
LabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabios
LabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabiosLabios

Tienen pliegues mis labios.

Con sus caldos cerré el sobre.

-Caramelito caramelito, rózame un poco más si, oh si...
Rósame con tus pétalos abiertos
cárneos rojos
de gamuzaterciopelo.

Puedo destrozarte caramelito si, oh sí...más...
puedo corromperte desde adentro caramelito
romperte romperte
con el movimiento escogido perpendicular a tus centros gravitacionales.

Tus sonidos no son tan diferentes a los maullidos de un gato.

-Me hubiese gustado ser una puta más puta.
Pero es lo que hay,
la experiencia me sobra en comparación con las ganas.

Vuelvo a ser la putausencia.
Apago la luz y no queda nada que sea oscuridad.
Sigo siendo la puta de la ausencia.
Más que nunca.

Aunque es imposible desmentir que los dedos de la ausencia saben a gloria.

Por ti que pasas y no manoseas con letras, un gemido lento, esponjoso como se empieza a poner todo esto.
Para ti, que no te atreves a decir lo que sientes, un movimiento rápido de dedos jugosos....
A ti, necia de ilusiones estúpidas, un lamido y tres vibraciones rápidas acompañadas de estertores.
Sin ti, no, no podría, pobre infante con un montón de letras incrustadas en el cuerpo que desparramas tontamente con ideas de algo nuevo, mmmmmmmmmmm......
Tú, loco de pueblo, y tus corduras de madurez instantánea, tan absurdas, tan absurdas, tan ab- sur-d-a-a-a-a . . . . . .
Un poco por ti, triste historia que rondas por mi cabeza incompleta, coronada por la inconstancia ahhh...mmmmmmmmm.... no paro, no p a r o....
Rápido, más, más rápido...por tí...oh..si, por tu, tus, mis, anhelos furiosos...su-e-ñ----ossssssssss....mmmmmm ro-tttttttttttttttt......................osssss..... ohhhh....................
Un poco más, sólo un poco mmmmmmmmmmmmmmmmmmás por ti, de Ohhhhhhjos transparentessssss......... mmmmmi...yo....Rammmmmera...a-h- a-h- a-h- -a-h----

( VACIO )

Me quedan un par de dedos sin lamer.


8.1.07

Insanité vol. II

Les jours existent

dans quelle folie me permet de

mordre la langue des autres

- les jours lugubres -

parce qu'avec son fil,

il a vomi le propre empatía

et reviennent les désirs

d'un moment

¡Seulement un moment!

dans la peau de l'autre


La folie

ne me permet pas

d'épeler ce que je ne sens pas

elle ne permet pas

que je me couche

avec les subversions inconnues.


Peut-être la folie veut

que je seul mange sa bouche

et absorbe son oeil unique.



________________________________________________________________

Traducción al francés de uno de los poemas de la Tríada "Insania". La idea fue darme cuenta de que algo me acuerdo.