22.12.07

Versus

Digamos que tengo más de un corazón, algunos más perforados que otros. Algunos menos Sangre, algunos algo más recios. Algunos que son aleaciones de un cuantohay de modos, detalles y letras. Otros fríos, intensos, apasionados. Uno que es impensable. Uno innombrable. Uno despiadado. Hay uno que todavía no encuentro, hay uno que ni siquiera busco. Los hay Negros, Amarillos y Violetas. Los hay olvidados e inolvidables. Hay uno que guardo en una cajita abierta exclusivo para mis manos torpes. Y uno de mis corazones prostituto también se expone para un manoseo perpetuo. Calculador y Cerrado. Arraigado y viajero. Cuerdo e Insano. Perenne e infante. Literato y Lingüísta. De todo y de todos.


Lo único difícil de todos los días, es ver las batallas campales entre mis corazones absolutamente obstinados a ser el ganador en la mañana y permanecer enraizado entre mis costillas vacías hasta el próximo encuentro.

De porqué Paz y Dios podrían ser la misma persona.

Tenemos más que algo en común. Somos invisibles, egolátras, ambos queremos la adoración universal (pero no lo decimos abiertamente), manipulamos a destajo y escribimos libros idiotas en momentos de mala inspiración. Lo más admirable es que mucha gente nos cree todo.


Por otro lado, Paz es mejor que Dios, porque ella cuando se enoja, no es cobarde y espera miles de años amenazando para traer un cataclismo cósmico, ella suelta su furia, enfrenta sus miedos y tiene sus pequeños armagedones todos los días.

20.12.07

De postre: Sandías.




Hoy la primera sandía que comí fue con mi madre. 2007 no fue un año redondo. Quizás sí sandidezco, rojo sangre y con muchas pepas. Deforme, inestable, nunca sostenible a no ser que lo rompieras en trozos y lo devoraras por pedazos. ¿Qué pedazos eran el corazón de la sandía? (es decir, los dulcecitos, los jugosos, los fresquitos): Aprendí a mirarme al espejo y sonreír de vez en cuando. No siempre, no todos los días... de vez en cuando. Me morí, estuve muerta un poco de tiempo y luego reviví con el espíritu de Napoleón, y ahora sé que puedo ponerme la mano bajo la chaqueta y gobernar el mundo si así lo quiero. Me di cuenta de la gran cantidad de cosas que salen de mis manos y mis labios. Y cosas buenas. Saborear eso fue un deleite y un orgullo que no tuvo ninguna pepa. Conocí gente grandiosa, gente inesperada, gente con la que no siento complicaciones al decir te quiero. A algunos de estos cortes ya los tenía en mi vida y los descubrí azucarados y con sabor a frío en días calurosos. Y, el corazón más corazón, lo más rojo y absoluto, lo que rodeas con la cuchara para comértelo al final, se descubre en una semana más, cuando las uñas y las manos que tanto he descubierto este año me ayudarán a sobrevivir el invierno más intenso de mi vida. El viaje que anhelo desde que tengo conciencia de ser conciente se concreta en un par de días. Me voy a Europa, sola y con las mismas posibilidades de sobrevivir o morir congelada a los pies de los rastros de un “Yesterday” en Liverpool. Y me encanta y vivo por ello y me deshago por ello.



¿Y qué pasó con las pepas? ¿Los pedazos desabridos? Todos esos despojos blanquecinos y harinosos, se botan, se escupen, así que no vale la pena mencionarlos aquí.

19.12.07

10 Sueños imposibles.

  1. Tener pene, verga, falo, etc. ( todos juntos o uno solo, da lo mismo)
  2. Solucionar con mi saliva cuando un disco se raya.
  3. Caminar y que las baldosas se enciendan, como en “Billie Jean”
  4. 40 es la perfección.
  5. Pelearme a combos con un humano (sea hombre o mujer) (no a tirones de pelo, eso ya lo hice) luego de habernos gritoneado lo suficiente mutuamente.
  6. Tener 15 orgasmos en una noche. (está en el límite de lo realizable si confiamos en la raza humana)
  7. Encontrar una lágrima dulce. (no en el sentido poético, en el sentido literal. Me gusta lo dulce y piensen lo mucho que ahorraríamos en sacarina)
  8. Ser reina de algo. (O de la fruta, o de mi barrio, o de las piernas más peludas, da igual)
  9. Encontrar en mi ropero mental todas las mañanas justo lo que quiero ponerme y que coincida con lo que puedo ponerme y que sumado a eso, me sienta bien con esa elección.
  10. Que nada nada nada te afecte más allá de 10 segundos luego de sucedido. (Esto implica, no pensarlo, no reflexionarlo, no solucionarlo, no volver a pensarlo para ver si la solución fue la correcta, no volver a repensarlo para darse cuenta que lo fue, no darlo vueltas de nuevo para desconvencerse de que fue acertado, no reflexionarlo para asumir que fue un error y por ultimo no pensarlo solo por el gusto de torturarse)

13.12.07

Declaración amorosa. Secuela

O si no es cosa de ver un montón de blogs que solo se dedican a exponer su poesía barata y mala, incomprensible, mamona y sin sentido. Como todos los que tengan algo parecido a los versos. Como todos los que se dediquen a las emocionalidades superflúas y absurdas. Como todos los que tengan música en sus entradas. Como todos los que tengan declaraciones amorosas.

Declaración amorosa.

Es posible escribir cuando no hay nada nada nada que decir.