9.8.07

Misiva vidente.

Llegué y te escribo. Con un cariño extraño, extremo, friolento.
Porque me gustaron las risas conjuntas.
Y lamenté el tiempo perdido en pensar en algo que no fuera liviano y maddonesco y risueño.

Y un te quiero harto en esa sintonía de ojos se me escapa sin meditación de por medio.
Un te quiero parte del todo que conforma mi vida para seguir riendo del absurdo del mundo.
Por que me faltaba esa mirada distinta que profetizaste un día. Porque hay que acompañar a nuestra amiga loca hacia mirarse distinto y seguir riendonos de la nada. Porque creo que eres una persona íncreible y quizás buscamos cosas similares en la vida.

Soy tan yo como tanta perfidia.
Somos perfidia y eso es tan auténtico, tan certero, tan divertido.

El brillo en los ojos te lo pagaré algún día.
Por ahora es una deuda en carne.
Y sí, puedes, pararme en una esquina y hacerte el resto sin problema.

Querido!!!! soy intensa y haz de saberlo y no sorprenderte...
Mis manifiestos son de sangre y van a ser más continuos que las olas que casi te ahogan.
Ojalá no te molestes que diga, que eres mucho, mucho, increiblemente demasiado, lo que necesitaba. Gracias por eso.
Pero esa es una historia que te gritaré un muy pronto largo día.

Hoy no tengo poesía para ti.
Mañana, la construimos juntos.

Un abrazo,
con las vacas cubanas,
los lobos marinos y los diarios de patrizzzzia muy muy presentes....



P.

1 comentario:

chica mandarina (con interior azul) dijo...

¿Mensaje con destinatario (in)determinado?

Igual te adoro.