28.7.08

Desgarrador.

Los opuestos se atraen pero nunca se juntan.

22.7.08

20 cosas que odio. (no "las 20 cosas que odio," sino las que se me vinieron primero a la cabeza)

1. Odio mirarme al espejo en la mañana y que el reflejo me mire con burla de realidad.
2. Odio los comerciales del TNT
3. Odio que me toquen siempre de la misma manera. Que no me toquen cómo me gusta.
4. Odio llorar con alguien enfrente.
5. Odio ese dolor de guata que produce la angustia.
6. Odio que se me descascare la cara.
7. Odio no encontrar qué ponerme. Que la ropa que quiero para ese día esté sucia.
8. Odio que se me borre lo que escribí.
9. Odio el msn, fotolog, y todos los medios de comunicación cibernéticos no proxémicos.
10. Odio no poder vomitar.
11. Odio el frío cuando trabajo hasta tarde.
12. Odio cuando mi pieza está desordenada, intento ordenarla y no termino nunca.
13. Odio las relaciones tormentosas y el amor no correspondido. En todo sentido, amistad, familia, etc.
14. Odio a los y las ex desubicad(a)(o)s.
15. Odio mi carácter complejo y malcriado. Odio perder el control.
16. Odio las películas que le dan a las personas una filosofía de vida, una especie de esperanza rosa, léase: Amélie, Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, 2046, Antes del amanecer, Después del amanecer, y todo Disney primera generación de princesas iletradas y pasivas.
17. Odio a Coelho y su filosofía gay de literato barato, a él y a Isabel Allende, Eltit y Blest Gana. A Cortazar también lo detesto pero solo por Rayuela.
18. Odio encontrar eso que me compré, más barato una semana después. A no ser que lo haya asumido previamente.
19. Odio que me digan las cosas que tengo que hacer cuando sé que las tengo que hacer.
20. Odio no encontrar las cosas cuando las dejé en determinado lugar.

Equinoccio.

Decidí hacerle frente sin vergüenza a los miedos, las carencias, los desenfados, los enojos, las cosas que no trago ni saboreo. Por primera vez, siento que no tengo nada que perder. Es increible toda la fuerza que da un día sin comer. Lo estampo aquí para que no se me olvide.

21.7.08

esperpento1

una pura señal.
Como la hoja que cae del árbol o algo así.
La pluma de forest gump
o un nombre en la brisa de una ola.
Cualquier weaita cursi de esas
un verso mal hecho
o una carta del tarot.
El semáforo demorándose el doble del tiempo.
Una ventana abierta demás.
una pura señal.

sin cohesión.

Un goteo incesante. Por el pulgar, por el anular y el índice. De repente pareciera que el agua grita. Que llora, que suplica. Y los dedos no se inmutan.
Pero nadie dijo nunca que los dedos tuvieran oídos.

20.7.08

Si yo fuera.

Si yo fuera....
Una estación del año sería... el invierno. Frío, ropa hermosa, la comida te sabe más rica.
Un mes sería…febrero. Corto y preciso.
Un día de la semana sería…viernes. Se acaba todo y empieza el todo llamado findesemana.
Un momento del día sería…las 7 de la mañana en la que una se despierta pero no debe ir a ninguna parte y decide seguir durmiendo.
Un planeta sería…neptuno. Es azulito y frio, tamaño promedio.
Un animal sería…un cocodrilo. Duro por fuera y con un sistema de drenaje lagrimal envidiable
Un mueble sería…una cama. Sobre una cama se dan a relucir todas las necesidades naturales del ser humano.
Un líquido sería…leche con plátano. Consistencia media, llena y refresca.
Un instrumento musical sería...una gaita. Exótica, vieja, de manufactura artesanal y no todos pueden tocarla.
Un sentimiento sería…el arrepentimiento. Es horrible, y no sirve para nada, pero todos los sienten , o lo odias o lo agradeces.
Un verso sería... "Sé del miedo cuando digo mi nombre" (El miedo. Pizarnik)
Una canción sería…Good old fashioned lover boy. (Queen)
Una comida sería…puré de jaiba envuelto en filetes de pechuga de pollo con champiñones en salsa de mantequilla. Grasoso, viscoso pero sabroso.
Una parte del cuerpo sería…las manos. Puedes hacer de todo con las manos, su funcionalidad es sorprendente.
Un olor sería…la vainilla. Es suave pero absolutamente identificable y tiene reminiscencias que aún no descubro.
Un objeto sería…una cuchara. (remitase a la entrada respectiva, multifuncional, delicado diseño)
Una asignatura sería…teoría del arte. Mucha teoría acerca de aquello que han hecho otras personas, mucho que desestructurar.
Un dibujo animado sería....una mezcla entre la bruja de Blancanieves de Disney y Candy.
Una figura geométrica sería…un círculo. Redondo, perfecto, infinito, cerrado.
Un número sería…el 1. Responde a mis cánones de belleza y es la base del sistema economico, social, moral, etc.
Una flor sería...una flor de lis. Viejas y simbólicas. Florencia está plagada de ellas.
Un coche sería…un huevito. Un wolstwagen beatle rojo. Redondito, poderoso, barato.
Un famoso sería…Helena Bonhamm Carter. Actriz, apitutada, talentosa, esquizoide y esperpentica.
Un color sería…rojo. Femenino y masculino. Sangre, con muchos sinónimo rimbombantes como carmesí y escarlata.
Una ciudad sería…Londres. Viejo y nuevo, historico y vanguardista, retro, clásico, luminoso, auspicioso y moderno
Un dolor sería…un cólico molesto e inoportuno.
Un mar sería…el Mediterráneo. Famoso y testigo silencioso de un montón de tormentas históricas.
Un idioma sería... el braille. De poros y tacto.

19.7.08

Receta. (primer diagnóstico)

Las vacaciones son increíble, definitiva y categoricamente dañinas para la salud.
O, beneficiosas para las bajas inmunológicas y la propagación de la perfidia autoinducida.
No quiero anticipar tratamiento ni un diagnóstico final, pero de antemano debe erradicar cualquier opción que determine que el padecimiento es sicosomático. Estamos frente a una patología perversa. Que ataca, carcome a la paciente desde sus cúmulos fíbricos más internos. No la toquen, o se verán contagiados de una u otra forma. Por ahora, mantenga el aislamiento y revisen sus signos vitales con especial asiduidad. Bajan a una intensidad impresionante.

Sintomatología. (voz: perfidia)

Me he transformado en un monstruito débil y herido acosado por las moscas en una esquina. Como un reptil indefinido, extasiado en hacerse más heridas sólo para ver el rojo , saliendo de su piel una y otra vez una y otra vez. Ya no se lame. ¡No hay que lamerse más! El sabor agota y asquea después de un tiempo, aunque sean tus propios glóbulos tu propia piel. La hemoglobina sabe a hierro y ni siquiera sirve para pintar porque el color que toma luego de un par de días es monótono asqueroso y aburrido. Por mientras sigo fascinada, pero ¡fascinada! en hacerme sangrar las pieles. Pero eso, a diferencia de los reptiles yo no tengo recambio y así es más divertido. ¡Mierda! Debería ser dramaturga. O empezar a escribir un libro con tanto sentido como el de Cielo Latini o el de Unamuno. Cualquiera, total, si hay cantautores emos, ¿porqué yo no puedo hacer un par de hojas que les diga a todos esos cabro(nes)s depresoides cómo cortarse y sangraaaaaaaar hasta el delirio, o no mejor! les digo como tomarse 40 ravotril y no morir en el intento pero pasar un agradable rato con un extraño sujetandote el pelo y las visceras mientras vomitas o cagas toda una tarde?. Porqué no?, quizás porque mi computadora está fallando, (-igual que tu vida, grita ella) y ni siquiera un confiable gordo panda versión 2008 ha podido desenlentizarlo. Quizás simplemente porque no me da la gana y soy tan EMOTIONAL como ellos, y mi pelo se dirige lentamente hacia el lado izquierdo de mi cabeza mientras se dibujan estacas en mis muñecas. Mientras se dibujan calaveritas en mis cuadernos de apuntes hechos de piel humana. Mientras grito y grito y nadie me escucha entonces es contraproducente porque uno grita para ser escuchado. Me siento trastornada y quiero estar radiante. Me siento corrosiva y quiero estar suave. Me siento asqueada de recibir vómito cuando abro la ducha esperando limpiarme. ¿Nadie vende mierda de verdad para que por fin coma con los ojos abiertos? Nada. Y vuelve el tremendismo. Esa es mi lepra. Se me cae con partes del cuerpo. Lo peor es que las he recogido todas y las guardo en una bolsa de himen.
Eso fue mejor que "el pene que se mete en la herida purulenta". Es gracioso que pueda ser una demanda por li$encia creativa. Es gracioso que necesite sentirme tan en desgarro para estar tan cómoda frente a una pantalla en blanco. Es como una opción. ¿cierto...? Y yo, continúo sacandome trocitos del vientre para ver si las entrañas son realmente removibles.

Sintomatología.

A veces nada, nada nos hace cambiar de opinión. Ni siquiera una linda historia de amor, o una horrible.

A veces tenemos ideas tatuadas en la piel , recuerdos tallados que no salen ni siquiera beberse completas las pilas bautismales de las iglesias del mundo. Ni una bofetada sirve para acallar todas esas ideas grotescas que surgen cuando se te cruza la memoria por el camino. Aunque sería bastante útil dejar libre a la yo que tengo aprisionada en el closet, sacarle la mordaza y dejar de que me patee por el suelo y me haga reaccionar.Es eso o el coma, que ya se ha transformado en el sueño que le pediría a los fabricantes de falabella. Es poco decir que los colores me molestan, la luz, las risas, el ocio. Asumí que lo que tengo es una enfermedad incurable, con un tumor carnoso recubierto de tejidos de desconfianza. Eso me tranforma en el cúmulo insidioso, envidioso, intruso, vulnerable e inseguro que soy. Un trozo de carne que busca ser redimido de su tormento mediante un azote o dos o tres. Y que me arrebaten el tremendismo. Eso sobre todo. Las ganas de arrebatarme todo y entregarme borrada a la vida. Limpia, blanca, taciturna. Casi inocente, de nuevo. Para volver a caer o quién sabe, dejar por fin, sin temor, que el control se me escurra de entre los dedos.

5.7.08

Detail.

Lloré, se me agolparon las letras en los dedos el otro día en que lloré. Lloré como un barraco, por todo, por mi pasado, mi presente y mi futuro. Por mi sensación de que las cosas no están realmente bien cuando sí lo están. Por mi idea absurda de perfeccionarlo todo, incluso a mi misma, mis aspiraciones de control y la pérdida completa de él. Lloré porque podría engañar, porque podría mentir, porque podría llorar. Lloré porque no tengo sangre que me toque, a pesar de que mi sangre sí se siente tocada por dedos en los que no puedo derretirme completa. Por eso también lloré, por el fin del cuento, por esta princesa despojada de su castillo, de su principe, de su despertar de ensueño. No porque esto me pese, de hecho, particularmente abrigo la esperanza de algún día criar a mi hija para que cuando esté en edad de entregar sus emociones vibrantes y necias, no las crea dignas de Disney o de Amelie, pero aún asi lloré, porque los términos y los comienzos siempre duelen y yo vivo empezando. Lloré, porque mis miedos llegan a niveles insospechados, aunque quiera negarlos, aunque deba negarlos para poder levantarme temprano y que mis heridas cicatricen. La última vez que lloré asi, estaba en Florencia, Italia, con una pieza para mi sola y dos meses de acumulación ética no explotable en público. Igual que esa vez, lloré de esos llantos de adentro, que te limpian la cabeza, los ojos, las visceras, el alma. Compulsos, casi epilepticos, inevitables. Y adoré sus manos cerrándome los parpados, quedándose, quedándose tanto que me aterra y me daban más ganas de llorar con ello. Odio la cursibilidad tanto como la necesito, y también lloré por eso, por reconocer ese deseo antañoso, brillante, suicida, de tirarse de la mano por los abismos y todos los black hole.

No niego que me carga llorar, y a la vez me encanta. Llorar es como evidenciarse, como usurpar un poquito del mar y sacartelo por los ojos, con la inmensidad que ello implica, con un ímpetu que se revienta particularmente en un sin fin de lágrimas y mocos. Porque sí, yo lloro con mocos, no puedo evitarlo, a no ser que me tire a mi cama boca arriba a llorar, cosa que no hago muy a menudo, porque en realidad, la idea es esconderse lo más subterráneamente posible para que los ojos hinchados no te los vea nadie. Yo sufro el síndrome del avestruz depresivo (podría ser una linda postura kung fu) , pero no. Por eso tambien lloré, estaba desesperada y estabas ahi. Has estado ahi y me di cuenta que por lo mismo no he tenido suficientes razones para llorar con esa furia incontrolable desde hace mucho. Esa, fue una razón mas grande para llorar.