18.7.07


Y pensar que te rompí Egon. De un lamido penetrante hacia tus miradas coquetas de cretino afeminado. No me aguanté frente a tus omóplatos salientes y tus brazos kilométricos. Pensar que muero de frío contigo, a pesar de que eres caliente por dentro hervido en caldos burbujeantes que te salen por los ojos. No me aguanté y te hundí mi lengua de plata entre las aristas.

¿Que si me siento culpable? Oh, no querido. La culpa dejó de ser mi amiga cuando tú comenzaste a ser mi amante. Si esas curvas rosadas calcitrantes, con olor a moho perdido, a diluvio eterno no lograron hacerme entrar en razón nunca, menos lo hará tu presea de moral ilusa anti caníbal.

Te comí la boca cariño. Te la arranqué para que jamás pronuncies en la vida y especialmente en la muerte, con la muerte, esas tristuras saladas con las que rompiste mis hímenes. Así, frente a tus tres caras favoritas, trituré tus labios con el mismo placer con el que trituraste los míos. Ambos.

No. No te dejaré libre Egon. No mientras sepa que dibujas tus poemas en mi vientre con tal preteza como yo te deletreo entre las hebras de mi pelo. Como yo te trazo entre las fibras sintéticas de mis sueños.

Porque sí querido, si te sigo soñando, la muerte no te podrá arrancar a sus brazos adúlteros llenos de llagas por mis resistencias a sus robos de amantes. Si te sigo soñando, podremos entrelazar nuestras piezas en las nieblas brumosas, por lo menos, hasta que bajes tus brazos y te canses de pintarme las piernas como reflejo de tus entrañas.





...




-¿Satisfecho? Te excitan cosas raras Egon, podría haberte gritado un par de cochinadas como a todos los demás...

¿Qué porqué todos mis amantes están muertos?

-Esa historia cariño, tiene un precio mucho más alto.















Y el viento, Querido?

Dónde lo dejaste?

14.7.07

...







No pido más que miento.
Ni siquiera sé si las fiestas me pertenecen. Si los recuerdos bailan tangos olvidados en parqués muy encerados y resbalan... Tengo ganas sí, de romperme las bocas y arrancarme los pelos histéricamente, sin disimulo alguno intentando leer tus ojos biónicos de pus esperando alguna respuesta ya deletreada. Me aburro, ¿por qué no decirlo? De escribir en un teclado de letras borradas palabras que nunca saldrán más allá de mis úteros.
Podría echarle la culpa. A mis entrañas, trompas de falopio y demases por no callarse los gritos de guerra que día a día se me escapan por los labios todos, por las mierdas tristes que pujan por salirme de las venas. Pero estoy cansada. Y si mis ojos no cuentan las mismas historias de antaño, es porque las legañas de las lágrimas anteriores aún no me permiten abrirlos. (Pestañeo, algo, para después volver a cerrar los ojos con fuerza, no queriendo oler los pecados con mis pupilas vacias).
Muchas veces me imagino con los ojos blancos de deshielos.
Vacíos.
Mirando a la nada en teatros absurdos de cordura y silencios perpetuos. Por más que me muera una y otra vez no logro salvarme. Caigo enredada en ese mar truculento y baboso, más turbio a obsidiana, preciso en percances. Esas abominaciones estomacales que empañan mis momentos más lúcidos, en los que olvido todo y mi cuerpo se transforma en una zona zero estrellada y voluminosa.
No pido más que miento.
No busco más que grito.













5.7.07

Una reflexión de fin de siglo.

No hay poesía sin cordura.

No hay letras sin ansia.

Y el ansia y la cordura se acurrucan en los brazos de su madre de seno marchito que no pudo darles de comer. Locura que no alimentaste a tus retoños con mandrágoras y venenos suficientes como para que no terminaran cantando un reggeaton perdido. No hay, en la Locura, espasmos que no produzcan dolor dolor el primer sentimiento del mundo no hay en la Locura pujes que no resulten en partos de criaturas monstruosas llorando. Sólo así entre lambadas y oh mamá ella me ha besado, los gritos que se escuchen no huelen a nada, no son visibles para ningun oído, ni palpables para ninguna boca.
Que la muerte que nos acompaña en el camino negro de los ángeles me proteja. Una brisa, un escalofrío, un chery chery lady y el hechizo está cumplido. Y usted no se olvide de adquirir su manual 2006. Dawn se escucha en las comisuras de las paredes. Paredes con ojos y falos pintados.
Para qué hablar del peso en los párpados de seis meses completos que te desgarraron con la uñahoz igual que a Mahoma dejandote abierta y expuesta a los escupos de siglos venideros.
Un semestre de lentes rayban y pelos vistosos, cachondo y ordinario que se hace a un lado no sin esfuerzo para dejarle su puesto a un idiota engominado con cara de responsabilidad. Y no es quiera ser maestra ni objeto de la letra de un wisin y yandel pero de que sobreviví sobreviví, dawn y todo, aqui estoy, más completa que nunca gritándote a ti Locura, que detesto que me dejes botada en ocasiones para ir a jugar con tus pezones en intentos descarados por revivir su sensibilidad. Definitivamente, si vuelvo y nuestros payasos siguen riendo juntos, es porque no tengo orgullo contigo y me encantan tus gritos sin sentido. No vuelvo más que a esperar que me caigan tus salivazos en la cara.

Feliz comienzo.

Lenguas a tus desarraigos.



3.7.07

Payaso.

Sin cabeza. Con la cordura rondando
y las risas gritando.















(Un trazado tarjado)