Los reptiles nos recogemos
en el silencio helado de la tierra.
Casi violentamente planteo los alcances de la insconstrucción.
¿Hasta qué punto una persona no construida puede llegar a estructurar una vida? La respuesta es el silencio, ese en el que los reptiles suelen recogerse. La falta de concreción, que atrapa como peste a los protagonistas de cualquier problemática es un determinante en su devenir. Y sepulta cualquier posibilidad esperanzadora. Por una parte, el uno, que con el silencio se ha resguardecido por tantos años, fijado por su indecisión y su inseguridad, se transforma en un hombremujer que ya estaba muerto y que no cuenta con su deceso. Y el dos, en un intento extenuante por seguir viviendo, se dedica a una inconclusa y eterna reconstrucción.
Si me sintiera optimista, añadiría algún mensaje que refutara ambas opciones, y apelaría a la posibilidad romántica de las nuevas oportunidades; pero guardaré silencio y mantendré la idea de que nada queda por hacer cuando los seres humanos están cansados ya del sol.
2 comentarios:
El sol nos da la energía, no te puedes cansar de la vida.
Te estas acercando a Franz Kafka :S
Arriba postio Javier Ñ.
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