22.6.11

La palabra Deseo. (Juego con Bataille)

La palabra deseo pronunciada desde tu boca conexa es más perturbadora que cualquier otra palabra. Incluso, de las impronunciables, las que aprendí a hablar hace poco. Es como entrar en el ojal a la primera. Como estornudar. Como encontrar la comparación perfecta. Es no tiritar cuando hacen 3 grados menos cero y quedarse desnuda esperando que te seque el ambiente. La palabra deseo en tu boca es una mácula. Es una persistencia de la memoria sin piedad que se empieza a movilizar de a poco, desde mi sien hasta el cuello, y se empodera de mis dedos hasta que me dan calambres en las muñecas. Nunca existió seducción desde el verbo, y hoy, la diosa Parole se agarra el miembro y me baila el caño cada vez que negocias mis propias pronunciaciones. La palabra deseo en tu boca es una invitación. La cópula de los términos no es menos irritante que la de los cuerpos. Y no puedo negarteme. No hay nada que podría negarte desde la perversión dogmática que insinúas. No me gritas Soy el SOL, me escribes Soy el diablo, soy la incertidumbre, soy el movimiento perpetuo, soy la evidencia, soy la vida, soy la muerte, soy los besos hablando, y me sobreviene una erección completa, y me convierto en tu vehículo, en los pedazos de tus manos recorriendote, en la posesión, en la medium que te entra por los ojos y se convierte en palabra. Soy palabra limpia y bien escrita al lado tuyo. Quiero ser todas las palabras que no has pronunciado. Esa es la palabra deseo en mi boca.

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