19.6.11

Dichos de Juan Gelman

Esto compramos en una salida, de lo terreno y lo etéreo, el viernes pasado. Un sujeto que vive de sus cuadernos de gomaeva ilustrados y poéticos. Me encantó sin saber cómo.

Cuando te conocí
mi corazon
tenia más hambre
que piojo de peluca.

Los piojos de peluca son así
capaces de morirse
de hambre en la mitad de la
belleza que no les da
de comer.

Pero ellos
embellecidos por
tanta belleza
se empiezan a sentir
otro animal
un jilguerito tal vez...
que vuela y
canta alrededor del día
un canario más amarillo
que el sol
más ardiente
un ruiseñor más hondo
que la noche
en que te conocí
y conocí
los dos trabajos del
pajarito atrapado
que son desatarse y atarse
herir la vida con amor
y padecer la herida
estar purísimo de amor callado y hacer
que su silencio le
reviente los tímpanos al mundo.

Yerbas de amor cubren al jilguerito
pero eso no quiere decir nada
no quiere decir que el canario comerá
que el ruiseñor no va a morirse de hambre
estoy hablando de cuando vi tu alma.
Y la alegria entró en mi
como un desconocido
y mi alma agradecida tuvo extraños primos
y te amé duplicadamente.

Para este fin de amor fuimos nacidos para esta desnudez
nuestro amor es más raro que un elefante francés
una vez pasó un elefante francés por el barrio
le sonreía a todo el mundo y decía
"bonyur" "bonyur"
pero ninguno le creía.

Dónde se vió a un francés sonreír a todo el mundo.

Solamente los chicos se animaban a tocarlo
le tiraban la cola para volverlo azul.
A cada tirón al elefante le salía un pajarito
un canario o un ruiseñor
que se ponía a hablar de tu candor
un jilguerito muerto de hambre
con los ojos llenos de tinta y de papel

Este amor es más difícil que cagar en un frasquito.

Te amo con todas mis fuerzas
sin comprender la verdad
Voy de la furia a la dulzura
de la dulzura a la pena.
Con cataratas en el ojo del alma.

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