7.9.08

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Como era la centuria, es otro comienzo, una más...
y unas ganas locas de volverme cuervo y salir volando hasta dónde alcance, aunque no creo que sea muy lejos porque volar debe ser cansador y a mi me carga hacer ejercicio.
Y unas ganas locas de volverme aire y de ser espiga y de doblarme cuando soples igual que los curaos y el alcotest o al revés o algo así, de ser frágil y romperme en pedacitos infinitos para no volver jamás a armarme hasta que llegue algún obstinado y me arme desde las orillas y no quepan las piezas y quiera calzarme a la fuerza y después se de cuenta que me falta la del medio.
Y unas ganas locas de que estes durmiendo aquí conmigo y que levantes tu brazo con los ojos semicerrados, casi instintivamente y me dejes descansarte como almohada.
Tantas ganas locas de cerrar los ojos de repente y verlo todo.
Como era el siglo, la centuria, la centesima, la cien, me lo permito para celebrarla.

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