22.7.08

Equinoccio.

Decidí hacerle frente sin vergüenza a los miedos, las carencias, los desenfados, los enojos, las cosas que no trago ni saboreo. Por primera vez, siento que no tengo nada que perder. Es increible toda la fuerza que da un día sin comer. Lo estampo aquí para que no se me olvide.

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