17.9.11

Las páginas.

Las hojas de los libros no se pasan en seco. Yo, me mojo los dedos desde la entropía y he aprendido a no dejar marcas. 
No hay nada nuevo, nunca, ni en la literatura, ni en el cine, ni en la vivencia. Por eso la vida es tan común y todos los que crean en la elaboración primigenia están quedándose en el imaginario. Los que comulguen con lo especial están precursorando por disney. De Penélope ni un pelo, lo dije siempre, por eso mi cuerpo me prohibió aprender a tejer y me instó a saber ocupar bien mis dedos en otras utilidades. Mis mástiles son aquellos a los que otros se aferran, yo no soy la que necesita taparse los oídos para resistir las inclemencias del tiempo y del mar.
No hay nada más que decir porque ocupar las palabras sería ensuciarlas. 



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