4.9.11

Buenas noches, Individuo.

Es raro, pero quiero que sea así. No pude decirte buenas noches porque no salieron las palabras ni de mi boca ni de mis dedos instantáneos. Así que las dirijo por este medio que sé... bueno, tu ya sabes. Nada tiene que ver el dolor con el dolor. Así me siento, inflando esas palabras hasta tu nariz, confiada en que no huelen a derrota. O no, o que desconozco las palabras correctas para pronunciar derrota porque las erradiqué de mi ser y ahora no sé como agarrar esto con mis manos masculinas pero blancas. O las escribo apelando a que eres un lector arrollador y podrías anotarlo en tus cuadernos dibujados para que algún dia las leas y recuerdes esta fracción y la expliques. (me la expliques?) Nada tiene que ver la Paz con la Paz. Y probablemente esa sea la mentira o la verdad, más oscura. Da lo mismo, las definiciones, los cisnes que caen (porque hoy vi entero "El lago de los cisnes") o las palabras. Las palabras que nos asesinan. Las palabras que nos embrutecen o que en su ausencia nos cortan en tiritas porque saben que tiritas suena bien cuando está acompañado mentalmente de la carne. Be my little human sacrifice, aparece altiro como un seco golpe en  mis omóplatos (tus omóplatos?) canonizados desde que los mataste en una sola pasada. Y me deja roja la piel, esa palmada que despierta mis muertos más perdidos. Solo sé que te extrañé en cuanto supe que te habías ido. Y no sé que diablos signifique eso, ni en qué pedazo de mundo perdido me deja parada, pero es no más, como lo que no logramos entender en algunas semanas. Antimateria encendida esperando ser tocada por un pedacito de realidad inamible. No sé que más decir. La violencia y la desorientación se nos metieron entre el pecado de romperse la empiria. Hay tantas palabras bonitas y arrolladoramente brutales para describir esto. Nos. Eso tiene que tener algún sentido. En alguna parte.

No hay comentarios: