3.7.11

Elementos de Neurociencias.

Frente a la número 5, por "la determinación del tamaño celular" y la opción "dependiendo del tamaño del organismo será el tamaño de las células", yo me pregunto si los elefantes tienen las células más grandes, me acuerdo del poema de Gelmán, del elefante que decía bonyur, me acuerdo de que ya nadie dice bonyur. La profesora que nos vigila me hace acordar a Hogwarts o al Señor de la Querencia, si se quiere algo más folclórico. Veo la pregunta del calor que movió los caldos primitivos para formar la vida y miro por la ventana y hay un cerro, un sol y mis piernas se mueven con ganas de caminar tomada del brazo o de los pecados o de los verbos. Soy un caldo primitivo, como si la palabra caldo no fuera ya lo suficientemente decidora. Me acuerdo de un montón de cosas que nada tienen que ver con el tálamo, con el cerebro o con la fisura de Rolando. Me acuerdo que en un momento de mi vida, cuando tenía como 12 años ,me gustó un sujeto que se llamaba Rolando y que probablemente sea un buen hombre hoy porque una vez que me salió sangre de narices me preguntó qué me había pasado y yo le respondí que me habían pegado y él preguntó ¿quién? como para hacer algo. Ese gesto me hizo sonreir y, bueno, suerte Rolando. Me acordé de las mil veces que he sonreido estos días hasta que me duele la cara. Me acordé de "quiero agarrarte y huir del universo con vos" que me mata y me hace sonreir de nuevo. De las veces que me he muerto por estos días de las más diversas maneras y de cómo eros y tánatos se me juntan en un revoltijón que habría desafiado a Freud. Me acuerdo de que me encontraras desafiante y que me leas como libro y pasas tus dedos despacio por cada una de mis hojas. Y lo sexy que suena esa última línea me hace perder absolutamente la concentración en que tengo 7 hojas por contestar y nada me hace sentido, pero no importa, habrá tiempo para todo y para llamarte después de terminar esto y contarte que fue un desastre y reirnos juntos en alguna una canción kitsch que estoy buscándote. Me acordé de que el hemisferio derecho es el de la creatividad y que yo soy una palabra limpia y precisa al lado tuyo, como nunca. Me acordé de que sé tanto de posmodernismo pero no sé nada de neurociencias. Me pregunté si te gustaría tanto si fuera bióloga. Y creo que no.

No terminé este texto porque en ese preciso momento entregué el examen con la dignidad de Juana de Arco. Pero es una linda evidencia.




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