21.3.11

Las ganas.

Tengo ganas como de hartas cosas. De disparar una metralla cada vez que se me aparecen las simbólicas. Pero igual le tengo miedo a mis deseos destructivos que son poderosos al punto de generar oleadas de destrucción simbiótica rompedora. No quiero decir nada más que la caída. Hay veces en que no queda nada y hay veces en que el Todo te rompe los dientes.
Tengo tantas letras guardadas que no quieren salir por ninguno de mis orificios. No quiero pensar que no pueden. No quiero pensar muchas cosas pero el cerebro es mi mejor parte y entre hacer fuerza y dejarme ser, siempre he optado por lo auténtico.
Me ha costado empezar estos días. No por falta de energía sino porque estoy en el vaiven que te lleva a la originalidad. Pasé por la lejanía inicial y el arrebato para llegar en la vuelta al oscuro retroceso. Y luego me vuelvo al centro, con una carga particular sobre el hombro nefasto. Y así, día por día, buscando el segundo, el tercer, el cuarto aliento, deliberadamente sin pensar en la posibilidad de abandonar.
Se me acabó la inspiración cuando escuché a Camilo Sesto.

1 comentario:

Tengo hambre dijo...

La verdad estas super cambiada, optimista y con ganas de vivir, jajaja en el nirvana.