9.11.10

Enferma

Odio los primeros días de resfrío. Me les resisto, pero son inevitables y me siento caer en un precipio de malestar y desgano sin poder evitarlo por más que patalee. Me duele la cabeza, me gotea el cerebro por la nariz, toso con dolor del alma y el malestar corporal es tan desagradable. ¿Qué se puede hacer con una molestia así cuando es ineludible? ¿Porqué, entonces, me quedo con los malestares que no lo son? Hay una infinidad de desagrados rondandome como almas en pena por estos días. Y no puedo deshacerme de ellos. ¿No quiero? Terrible no querer sacarse las cosas clavadas que te hacen dejar de caminar. Anti natural. Tan humano. Y aquí es dónde desconozco a mi especie y me parece freak, rara, estúpida. Aquí es dónde me gustaría ser perro y vivir tirada en la calle calentandome con el cemento.

"Dejamos de temer aquello que hemos aprendido a entender." (Marie Curie)

1 comentario:

Tengo hambre dijo...

Que te mejores!!